escrito por Andrea Chipana
La costumbre de nuestros antepasados era casar a la hija menor de la familia, a partir de los 13 a 18 años, con alguien que le ofrezca un intercambio económico o tal vez un animal de granja, es decir, era completamente normal que una niña tenga una relación sentimental y sexual con una persona mayor, un adulto.

Sin embargo, hoy en día nadie está obligado a hacer lo que no quiere, al menos en muchos países, además cada familia, comunidad o nación tienen costumbres diferentes, pero ello no quiere decir que no haya personas con pensamientos depravados.
Con los avances tecnológicos la pornografía, en general, puede encontrarse en diferentes páginas web, portales, redes sociales, etc., sin restricción y con contenido explícito.
En el estado actual del país, aislamiento social obligatorio, hay mucho más tiempo y oportunidad de acceder a las plataformas que contienen lo que es la pornografía infantil, además de poner en practica la modalidad del grooming, que se define como el acoso o acercamiento a un menor ejercido por un adulto con tal de tener contacto físico sexual, relaciones virtuales y la obtención de pornografía infantil.

El Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC, siglas en inglés) dirige los esfuerzos contra el secuestro, el abuso y la explotación. Este centro cuenta con CyberTipline que es un sistema en línea que reconoce, en cualquier parte del mundo, los contenidos con abusos contra menores; y la mayoría de reportes policiales por abuso a menores ha sido por parte de la NCMEC.
Perú es el país de la región con mayor porcentaje de acceso a las redes sociales: registra un uso de 93.2%, según un reciente estudio de comScore; es decir, que los niños están en riesgo de sufrir acoso por internet. En el primer semestre del 2019, el 86.20% de acciones en redes sociales fue realizada en Facebook. Las otras plataformas empleadas fueron Instagram (11.34%), Twitter (2.03%) y YouTube (0.43%). Y, el Foro Económico Mundial revela que el 64% de los niños peruanos están en riesgo de ser víctimas de ciberbullying, acoso sexual y otros peligros por internet.
Los niños que están más propensos a ser víctimas de pornografía infantil son los que no reciben la suficiente atención de sus padres, se sienten solos ello es considerado la vulnerabilidad psicológica.

“Sin embargo, si los padres estamos muy ocupados o no les damos tiempo, los menores - que sufren abandono emocional o sentimental, y más aún, con abandonos de necesidades primarias (como falta de alimentación o de vestimenta) - no tendrán mayor confianza con sus cuidadores, y es cuando recurren a la búsqueda de otras personas”, sostiene Rolando Pomalima Rodríguez, titular de la Dirección de Niños, Niñas y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi, para Andina.
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