escrito por Andrea Chipana
Una serie que fue estrenada en Netflix dio mucho que hablar, porque la temática fue inspirada en un caso real de una red de prostitución.
La serie trata de dos chicas, que estudian en un colegio privado, que quieren ganar dinero usando su cuerpo, porque estaban aburridas de sus vidas de “niñas privilegiadas”, como era su costumbre. Esta producción fue comparada con “Élite”, misma trama de colegiales millonarios que hacen lo que quieren como, por ejemplo, consumir drogas y alcohol. Sin embargo, la diferencia es que “Élite” es creada y “Baby” está basada en hechos reales.
El escándalo que involucró a la alta sociedad italiana
En 2014, la policía reunió una lista de al menos 50 clientes, incluidos políticos, abogados, empresarios, y miembros del personal de la Organización de Naciones Unidas, ello se descubrió a través de llamadas interceptadas entre las adolescentes y algunos de los clientes.
El caso tuvo un gran impacto porque apareció el nombre de un personaje público, esa persona era el esposo (Mauro Floriani) de Alessandra Mussolini, y ella es nieta de un dictador fascista, Benito Mussolini. La Fiscalía lo investigó porque en los celulares de dos chicas, de 16 y 14 años, encontraron mensajes y llamadas provenientes del celular de Mauro Floriani, sin embargo, al ser interrogado negó todos los cargos. Sin embargo, después reconoció haber mantenido relaciones a cambio de dinero con una de las menores y fue condenado a un año de prisión.
En la investigación, en una de las llamadas, las autoridades descubrieron que la madre de Agnese, alentó la carrera de su hija por un precio de 300 euros por cada encuentro, y en una de las conversaciones de madre e hija se escuchó el reclamo de porque no estaba trabajando. La razón porque le permitió y se involucró fue porque su economía era baja, además era madre soltera, no fue excusa y se le encontró culpable por promover la prostitución infantil con una condena de 6 años en la cárcel.
Escándalo de prostitución
Angela y Agnese, sobrenombres que utilizaron para llamar a las chicas porque eran menores de edad, buscaron y encontraron una publicación en Google, “Dinero fácil”, el cual era a cambio de servicios sexuales, que realizarían después de salir del colegio. Los encargados eran Mirko Leni y el oficial del ejército Nunzio Pizzacalla, ellos alquilaron un apartamento en Viale Parioli para los encuentros, y ganaban entre 500 y 600 euros por día.
Según los medios italianos, el escándalo sexual de Parioli, conocido en Italia como “Baby squillo” (bebés prostitutas), la doble vida de las jóvenes fue descubierta gracias a la madre de una de ellas, que denunció los hechos ante la Policía al sospechar del estilo de vida de su hija, además de descubrir que consumía cocaína.
Mirko Ieni indicó a las autoridades que los clientes sabían muy bien que las chicas eran menores de edad y dijo que la edad de las niñas: “era el verdadero atractivo que ayudó a atraer clientes”. La ley italiana permite la prostitución, pero solo con mayores de 18 años. Le dictaron 16 años y medio de condena.
Dato:
Skuola.net ha realizado una encuesta entre estudiantes de una edad comprendida entre 11 y 19 años, el resultado es que el 15% de los adolescentes de Italia afirman que el fenómeno de la prostitución de menores está presente en su colegio.